ECLESIASTÉS 3 (NVI):
1 "Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo."
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El tiempo es un recurso no renovable. Cada segundo ke pasa de nuestras vidas, no vuelve más. Akí radica la importancia ke debemos darle a cada día, a cada hora, a cada minuto, a cada segundo, y vivirlos plenamente. Sin embargo, debemos saber también ke nuestra vida tiene un significado, un propósito eterno, un objetivo predestinado en el maravilloso plan de Dios para la humanidad. Créelo, así es. No importa kién seas o ké hagas; no importa cuánto falles o cuántas veces caigas, fuiste predestinado para conformar una parte vital y trascendente de la obra maestra de Dios para este mundo. No lo olvides...Pero, ten sabiduría: los únicos ke podemos atrasar o adelantar la obra de Dios en nuestras vidas, somos nosotros mismos.
Como humanos, estamos atados a una esfera finita de tiempo y espacio determinados. El tiempo forma parte de todo cuanto hacemos; no podemos dejar de incluirlo en nuestros planes, en nuestras vidas, en todo. Hasta el día de hoy, ni los más eruditos ni los más estudiosos o sabios, han podido aún concebir la existencia del ser, más allá de los límites del tiempo y espacio. Sin embargo, Dios es eterno. Por ello, debemos siempre tener en mente ke el tiempo transcurre, sin detenerse un sólo instante. Eso de alguna forma nos obliga a hacer algo, nos obliga a actuar, nos obliga a salir de donde estamos y empezar a caminar. El tiempo se acorta, no se detiene. ¿Ké vas a hacer? ¿Seguirás lamentando los errores pasados? ¿Seguirás acariciando recuerdos de lo ke una vez "pudo ser"? ¿Seguirás invirtiendo tu energía en cosas supérfluas, terrenales....o en lo Eterno? ¿Seguirás llorando tus caídas, o te levantarás? Hoy te digo: el tiempo se agota, ¡lévántate y toma tus armas! Seca tus lágrimas y pelea la buena batalla! ¡Vamos! ¡Levántate! Hoy es tiempo de continuar caminando...Sí, la meta se ve aún lejos, pero con cada paso ke das, estás más cerca...Con cada bocanada de aire ke tomas, recobras tus ánimos. Dios va contigo, jamás lo dudes. Él es kien te levanta, el Espíritu Santo es kien te consuela. Y recuerda: no estás sol@ en esta batalla. Alrededor tuyo habemos miles y miles de soldados, atravesando por las mismas luchas, los mismos valles, las mismas montañas y los mismos desiertos. Sigamos adelante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.
Es mi mayor deseo ke hoy Dios kite las vendas de tus ojos, y medites en ke es hora de retomar el rumbo.
Ke estés bien. Un abrazo.
+ Axel Barrientos +
Como humanos, estamos atados a una esfera finita de tiempo y espacio determinados. El tiempo forma parte de todo cuanto hacemos; no podemos dejar de incluirlo en nuestros planes, en nuestras vidas, en todo. Hasta el día de hoy, ni los más eruditos ni los más estudiosos o sabios, han podido aún concebir la existencia del ser, más allá de los límites del tiempo y espacio. Sin embargo, Dios es eterno. Por ello, debemos siempre tener en mente ke el tiempo transcurre, sin detenerse un sólo instante. Eso de alguna forma nos obliga a hacer algo, nos obliga a actuar, nos obliga a salir de donde estamos y empezar a caminar. El tiempo se acorta, no se detiene. ¿Ké vas a hacer? ¿Seguirás lamentando los errores pasados? ¿Seguirás acariciando recuerdos de lo ke una vez "pudo ser"? ¿Seguirás invirtiendo tu energía en cosas supérfluas, terrenales....o en lo Eterno? ¿Seguirás llorando tus caídas, o te levantarás? Hoy te digo: el tiempo se agota, ¡lévántate y toma tus armas! Seca tus lágrimas y pelea la buena batalla! ¡Vamos! ¡Levántate! Hoy es tiempo de continuar caminando...Sí, la meta se ve aún lejos, pero con cada paso ke das, estás más cerca...Con cada bocanada de aire ke tomas, recobras tus ánimos. Dios va contigo, jamás lo dudes. Él es kien te levanta, el Espíritu Santo es kien te consuela. Y recuerda: no estás sol@ en esta batalla. Alrededor tuyo habemos miles y miles de soldados, atravesando por las mismas luchas, los mismos valles, las mismas montañas y los mismos desiertos. Sigamos adelante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.
Es mi mayor deseo ke hoy Dios kite las vendas de tus ojos, y medites en ke es hora de retomar el rumbo.
Ke estés bien. Un abrazo.
+ Axel Barrientos +
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